ALIMENTAR BIEN A NUESTROS MAYORES
Una buena alimentación es fundamental en todas las etapas de nuestra vida, desde la infancia, hasta la vejez. A medida que nos vamos haciendo mayores, las necesidades nutricionales cambian, aunque los aspectos básicos de una dieta sigan siendo los mismos.
Los adultos/mayores, necesitan proteínas, grasas, vitaminas, minerales, carbohidratos, pero en cantidades diferentes a cuando se es joven.
Cuando envejecemos, necesitamos menos calorías, ya que la actividad física y la menor masa muscular requieren menos energía.
Una persona mayor necesita alrededor de unas 1600Kcal diariamente, eligiendo cuidadosamente los nutrientes necesarios para evitar un déficit.
Se recomienda dividir éstas calorías en 6 porciones de cada uno de los grupos de la pirámide nutricional:
- Pan y cereales.
- Vegetales
- Frutas
- Leche y sus derivados (las mejores fuentes de calcio)
- Proteínas.
- Grasas (con moderación).
Tanto los hombres como las mujeres mayores de 50 años, deben consumir como mínimo 1200mg de calcio al día para mantener la masa ósea y reducir el riesgo de osteoporosis. También es necesario consumir suficiente Vitamina D para poder absorberlo.
El déficit de Hierro es común a medida que vamos envejeciendo y provoca anemia, cuyos síntomas son debilidad, fatiga y deterioro de la salud.
La Vitamina C (la contiene frutos cítricos), ayuda a absorber el hierro de los alimentos que lo contienen, además de ser un excelente antioxidante.
Se recomiendo aumentar la ingesta de fibra para mejorar el movimiento del tubo digestivo.
La Vitamina A ayuda a los ojos a adaptarse a una luz tenue, protege nuestra piel así como otros tejidos.
El Ácido Fólico (lo contienen vegetales de hoja verde, algunas frutas, los frijoles), participa en la formación de glóbulos rojos y su carencia puede provocar anemia.
La Vitamina B12 participa también en la elaboración de glóbulos rojos. El déficit de ésta, provoca anemia y se relaciona con problemas neurológicos. La carne, el pescado, el pollo, los huevos y los productos lácteos son una buena fuente.
El Zinc ayuda al organismo a combatir infecciones y a reparar tejidos enfermos. La carne, el marisco, productos de grano y la leche lo contienen.
Los mayores necesitan tomar abundantes líquidos. Aunque muchos alimentos ya contienen líquidos, es necesario tomar bebidas, zumos, leche, sopa, té…sin olvidar la mejor opción que es el agua.
Desde la farmacia recomendamos a aquellas personas que ya no ingieren tantos alimentos, como a las que están un poquito en bajo peso, que tomen los complementos alimenticios Meritene® y Ensure®. Éstos ya vienen preparados con las Kcal, vitaminas, proteínas, hidratos…que una persona adulta/mayor necesita. Hay diferentes sabores, por lo que su toma se hace mucho más agradable y es una forma de estar tranquilos con nuestros mayores, ya que las “pequeñas carencias” que puedan tener con la alimentación habitual, con éstos productos ya quedaran cubiertas.
Cada persona es diferente, por lo que es recomendable consultar con su médico o farmacéutico cuáles son sus requerimientos alimenticios, además de tener en cuenta su edad, estado de salud y si realiza alguna actividad física.
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Etiquetas: alimentación, calcio, hierro, personas mayores
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